Ayer a ocho días del terrible sismo que sacudió y destruyó a Haití sembrando dolor y sufrimiento, otro sismo de menor escala convirtió en escombros lo poco que quedaba en pie. A pesar de la ayuda que ha ido llegando,la desorganización sumado al caos generado, han posibiltado que el hambre, la falta de agua, de medicamentos siga diezmando al pueblo, y que saque lo peor de cada uno en muchos haitianos, que lastiman, avasallan y arrebatan con violencia a sus hermanos la comida que tiran desde los helicópteros.
Mientras miraba estas noticias mi corazón se encogió de pena e impotencia por el sufrimiento de tantos... y tantos hermanos que habitan este mundo víctimas de las guerras, el hambre, la indiferencia, provocada por la codicia, la corrupción y las ansias de poder de los líderes responsables.
Sin embargo mientras seguía escuchando comprendí que así como el nacimiento y la muerte (por explicarlo de algún modo) son dos caras de la misma moneda, en todo sucede lo mismo. Ahi están los médicos y enfermera/os atendiendo practicamente sin descanso, con escasos medicamentos y mucho AMOR infinito. Ahí están los socorristas que tambien no han parado de excavar y rescatar a muchos. Hasta ahí llegan las oraciones y las vibraciones de AMOR UNIVERSAL que de todos los rincones del mundo estamos enviando.
Ayer sucedieron dos milagros más de los tantos sucedidos en estos trágicos días. Rescataron a un niño de cinco años que aún despues de ocho días bajo los escombros estaba vivo aunque algo confundido y deshidratado. Al otro extremo de Puerto Príncipe un socorrista mexicano explicaba llorando que había oído un débil llamado de auxilio y ayudado por otros llegó hasta una mujer de alrededor de 70 años que tambien estuvo ocho días bajo los escombros. El dijo "cuando tomé su mano y me la apretó supe que estaba tocando a DIOS". Ella repetía "estoy emocionada". La impotencia se diluyó aunque la pena aun sigue en mi corazón.
Somos AMOR, y solo generando AMOR y más AMOR podemos revertir el dolor y el sufrimiento causados.
Namasté
4 comentarios:
todos sentimos dolor e impotencia, por lo sucedido y muchas veces manos atadas, ya que en estos casos siempre hay desaprensivos que intentan hacer negocio.
Sigamos orando por este pueblo tan castigado.
Un abrazo
Hola Casia y Gloria, gracias por pasar.
Un besito
Va mi oración por todos los q. sufren,para q. nunca pierdan la esperanza
feliz noche
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