Di yo soy tu - Rumi-

lunes, 3 de diciembre de 2012

martes, 27 de noviembre de 2012

martes, 20 de noviembre de 2012

INVITACION A LA VIDA



En el universo todo está interconectado. ..."no puedes arrancar una flor sin molestar a una estrella" Francis Thompson

INVITACIÓN A LA VIDA

"Haz un alto, cualquier cosa que estés haciendo, déjala por un instante.

Esta es una llamada a la vida plena, para que podamos reencontrarnos
con esa esencia que nos une...

Un único y sagrado deber tienes, y es la suprema reverencia. Entonces me verás vestido de árbol, montaña o amanecer y Mi Voz será audible a tu corazón.

Hay una sola manera de vivenciar la reverencia y es la felicidad interminable, por eso te he diseñado para que ella sea tu
condición natural.

Ahora sólo falta, en ejercicio de tu libertad, de esa cotidiana recreación
a la que estás invitado, disfrutar el sagrado regalo que te ofrezco en
forma de vida; es una preciosa oportunidad para crecer, pues en ese
acrecentamiento transparente, volverás un día a unirte a mí...

La mejor manera de retornar a la fuente es muy simple: sólo se trata de
jugar. Jugar sin pretender ganar ni temer la derrota, es como avanzamos
por el sendero sagrado. La caminata se convertirá en danza. Cuando tu
instante se llene de música y tu peregrinación sea una danza... el camino
de la luz habrás encontrado y otra vez seremos uno.

Nos enviaron al mundo a jugar, y ¡fíjate cómo estamos!. ¡Cuánto tiempo
deambulando sobre la Tierra, y aún cómo estamos!

¡Si sólo vinimos a jugar, si sólo estábamos jugando, si sólo se trataba de
jugar...!

¿Y si volviéramos a jugar?

¿Y si volviéramos a abrazar los árboles y descalzos caminar con reverencia?

¿Y si retornáramos a la ternura y así la inocencia fuera nuestro contexto?

¿Y si volviéramos a hablar con los árboles, con lo animales y a danzar con
las estrellas?

¿Y si realizando un esfuerzo evocativo volviéramos a oír la voz de Dios?

¿Y si no nos aguantáramos nuestras ganas de reír, de llorar, de cantar y
danzar, de celebrar y disfrutar, de vivir intensamente?

¿Si le susurráramos a la vida: “- te amo y prometo serte fiel -”?!

¿Y si volviéramos a jugar, sin olvidar que lo único serio es el humor?


Hermano, presiento en tu mirada esas incontenibles ganas de apuntarte
otra vez a la vida plena. Que queden atrás problemas y preocupaciones,
convertidos en sagrados desafíos o valiosas enseñanzas.

Que queden atrás los temores y el autoengaño, la opinión de los demás y
la irreverencia; para dar paso al humor, para encarnar el amor, para apren-
der ininterrumpidamente y reencontrarnos, como flores del mismo jardín,
como árboles del mismo bosque, ¡como niños del Universo volando de retorno
a casa!"

Chamalu

viernes, 16 de noviembre de 2012

EL SERMON SILENCIOSO


El sermón silencioso

De la nada,
Del silencio más puro
Brota un mundo.
Y el mundo
No está separado del silencio,
Y el silencio
No está separado del mundo.
¿Quién sabe esto?
Decir “No hay yo”,
Decir “Hay yo”,
Decir “El yo es ilusorio”
O decir cualquier cosa
(e incluso decir esto)
Es decir ya demasiado.
Todo lo que podamos decir
No es,
Pero no decir nada
Tampoco es
Ni tampoco sirve
Decir que es inefable7
Más allá de la palabras
Más allá de las enseñanzas de los hombres,
Más allá de las experiencias que pueda tener una persona,
Mas allá de los recuerdos pasados
Y más allá de todas la ideas futuras,
¿Qué es real?
Esto, esto es real.
Este momento.
No la idea de esto,
Ni el pensamiento de esto,
Sino esto
(y aquí es donde fracasan todas las palabras),
Esta apariencia presente:
El tintineo de las llaves,
El zumbido del ventilador portátil,
La respiración,
La bocina de un coche
Y el crujido del piso de madera
No hay nada que entender.
Así de simple.
Recuerda el sermón silencioso del Buda que, sin decir nada, mantuvo entre sus
dedos una flor ante su audiencia. Sólo Kasyapa sonrió, mientras que el resto
permaneció desconcertado.
Kaysapa fue el único que “entendió”, porque sabía que no había nada que entender.
Sólo había una flor. Cuando buscas algo diferente a la flor, realmente no ves la flor.
Kasyapa vio la flor y le gustó.
Así de sencillo. Así de evidente.

Jeff Foster

lunes, 12 de noviembre de 2012

LA TERNURA


LA TERNURA

No es ternura el fuego de una pasión, sino la suavidad de una caricia.

No es ternura el oleaje que se desborda, sino el beso del cielo con el mar.

No es ternura la montaña que nos sobrecoge, sino la macetica de violetas perfumadas en la ventana.

No es ternura lo grandioso, sino la delicadeza, la insignificancia, el detalle.

No es ternura lo que se da, sino lo que se refleja y se deja traslucir.

No es ternura el sol que calcina, sino la luna que embruja.

No es ternura el fuego que abraza, sino el leño que se consume.

No es ternura lo que sobresale y resalta... sino el escondite... el beso... la insinuación... la luz y la rosa.

La ternura parece por momentos olvidada y tendríamos que revivirla pues es lo que logra que nuestros días, nuestra vida pasen de ser un mero transitar a ser inolvidables...

La ternura está en aquello que parece pequeño pero que se hace grande en el corazón.

El beso sincero, el apretón cálido de manos, el abrazo inesperado, una mirada llena de cariño que nos dice... ¡estoy aquí, puedes contar conmigo, pocas palabras en un papel que dicen todo...

En los niños vemos la ternura todos los días... Nos cautivan con sus expresiones sinceras, con la caricia que llega a nosotros sin tener que hacer ningún reclamo.

En el beso, en el abrazo cortito que no puede envolvernos pero que nos hace sentir ese corazoncito muy cerca de nosotros...

Hemos crecido, somos adultos dejamos muchas cosas olvidadas o de tanto golpearnos quedaron en nuestro interior adormecidas, paralizadas, congeladas...

Intentemos revivirlas...

La ternura no está en lo grande, ni en lo brillante, ni en lo que se destaca, está en lo chiquito, en lo sencillo, en esas pequeñas cosas de todos los días...

La ternura es eso que... vitaliza al viejo... duerme al niño... ¡y desarma al hombre!

Zenalda Bacardi de Argamasilla
del libro: Ramillete de estrellas

sábado, 3 de noviembre de 2012

El río de la vida


El río nacía en los picos de una formidable montaña y saltaba, embravecido, soltando brillantes gotitas que relucían al sol. Nada detenía su paso. Cuando un obstáculo se interponía en su camino lo saltaba, lo atravesaba o lo bordeaba. Era valiente, osad, generoso y flexible.

Un día llegó a las cálidas arenas de un desierto y se lanzó a atravesarlo. Pero pronto se dio cuenta de que sus aguas desaparecían en la arena, y se asustó. Aunque fue considerando las más diversas alternativas, no encontraba ninguna solución. Inmerso en sus dudas, oyó una voz que le decía:

- El viento cruza el desierto y también lo puede hacer el río.

- El viento puede volar y yo no - respondió.
- Si te lanzas con violencia, como has hecho hasta ahora, no conseguirás cruzar el desierto- dijo la voz - . Debes dejar que el viento te lleve a tu destino.

- Pero ¿cómo me vas a llevar?

- Debes consentir ser absorbido por el viento - afirmó la misteriosa voz.

Esta idea no era aceptable para el río. No quería perder su identidad y era demasiado arriesgado ponerse en manos de un viento desconocido.

- ¿Y si, cuando haya perdido mi forma, no puedo recuperarla de nuevo? - se angustió.

- El viento cumple su función - respondió la voz - . Eleva el agua, la transporta a su destino y la deja caer en forma de lluvia. Entonces, el agua vuelve a ser río.

- Pero, ¿ no podría seguir siendo siempre el mismo que soy ahora? .

-En ningún caso puedes permanecer igual. Tu esencia debe ser transportada para formar un nuevo río.

El rio desconfiaba de la voz : podía perderlo todo si le hacía caso. Pero una vocecita interior le decía que fuera valiente y asumiera el riesgo. Entonces, en un formidable acto de confianza, elevó sus vapores en los acogedores brazos del viento, que los trasladó hasta la cima de una montaña lejana, donde los dejó caer. A medida que las gotas de agua caían y se volvían a reunir formando un riachuelo, algo parecido a la felicidad embargó al río. Y, de repente, lo comprendió todo:

- Mi esencia es el agua, sea en el estado que sea. Al transformarme, he podido continuar siendo yo mismo. De no haberlo hecho me hubiera perdido.


De la web

sábado, 27 de octubre de 2012

La Danza del Vacío - Adyashanti


La Danza del Vacío - Adyashanti

Lo importante es desvestirse y descubrir qué es lo innecesario, lo que nos sobra.

Como árbol en invierno descubrir qué somos sin las hojas, sin las ideas, conceptos, apegos y condicionantes que forman nuestra identidad.

Desnudándonos llegamos a la raíz, hasta el núcleo esencial de nuestro ser.

Cuando regreses al núcleo, a la raíz de tu ser y veas a través de todo lo que crees ser, tus identidades más sagradas podrán caerse.

Cuando descubrimos que podemos arreglárnoslas sin ellas, surge una belleza enorme.

El regalo más hermoso de este invierno es indescriptible mediante palabras, sólo podemos vivirlo.

El invierno te suplica que te dejes llevar y, después, no espera que hagas nada al respecto.

Date la oportunidad de regresar natural y espontáneamente a la raíz de tu existencia.

Regresa a lo indefinible.

Cuando llegas al núcleo que surge cuando te deshaces de todo lo demás, te rompes de forma natural.

Ese núcleo alberga un corazón espiritual.

No sólo descubres el vacío de la mente radiante, sino también el esplendor y la calidez del corazón espiritual.

Cuando descanses de verdad, sentirás la mente radiantemente vacía, no en forma de pensamiento, sino en forma de tu propio vacío radiante, de tu nada y de la nada de los demás.

También experimentarás la plenitud radiante del corazón y te darás cuenta de que el vacío no es un vacío soso, sino que está lleno de corazón.

Cuando se ilumine, verás que también contiene el corazón compasivo.

La calidez de tu corazón espiritual cobrará vida.

lunes, 22 de octubre de 2012

Un cuento occidental


Había una vez una mujer muy piadosa que sin falta acudía todas las mañanas a rezar a la capilla de su barrio. Día tras día, lloviese o hiciese sol, estuviera sana o enferma, pasase lo que pasase, como un reloj, a las siete en punto de la mañana era la primera persona en llegar a la capilla, empujar la puerta y entrar a rezar.


Una mañana despertó sobresaltada. ¡Se había dormido! ¡Eran las siete menos diez y no llegaría a horario a su cita diaria! A toda carrera se levantó, se peinó a las apuradas y se vistió como pudo. Con la ropa medio arrugada y los cabellos medio desordenados salió velozmente de su casa y enfiló rumbo a la capilla. Apenas hubo salido, casi tropieza con un viejito que venía apenas en una bicicleta, y al cruzarse con ella perdió el control del vehículo y cayó de boca al suelo. Lamentablemente la mujer iba muy apurada como para detenerse, así que apenas logró esbozar una disculpa y continuar en su carrera.


Una cuadra después se le cruzó una mujer que le pidió una ayuda para poder pagar una consulta en el hospital. "Perdone, estoy apurada" alcanzó a decir sin detenerse y continuó su veloz marcha. Apenas hubo logrado zafarse de la mujer se le cruzó un niñito que le pidió un poco de pan. "Disculpa, hijito, pero tengo una cita con Dios y no puedo llegar tarde. Otra vez será", y siguió su interrumpido camino.


Cuando por fin llegó a la capilla miró de reojo el reloj. ¡Eran las siete en punto! ¡¡Lo había logrado!! Embargada por la emoción de no haber fallado a su cita empujó como de costumbre la puerta de la capilla, pero... no se abrió. Volvió a empujar con más fuerza, y nada. ¡Qué extraño! Jamás en los doce años que llevaba con su diaria rutina, había encontrado la puerta cerrada. De pronto notó que había una nota clavada con una chinche en la puerta de la capilla. Desconcertada, la desclavó y la leyó. La nota, garrapateada como con apuro, decía:


"Perdón por no estar aquí. Esta mañana tuve un accidente en la bicicleta, y encima, después no pude conseguir plata para ir al hospital, ni un poco de pan para desayunar, así que es probable que llegue un poco tarde. Firma: Dios".

De la web

miércoles, 17 de octubre de 2012

Samadhi



El viento paró. Las aves callaron respetuosas. El cielo entero pareció detenerse a escuchar mientras dentro del alma del santo ermitaño una voz silenciosa parecía elevarlo a otros mundos: Sólo cuando el Alma habla las palabras viven. Sólo cuando el corazón es libre puede el amor ser expresado. Sólo cuando el oído escucha, el verbo actúa. Sólo si los ojos son puestos en la luz pueden los pasos ser dirigidos correctamente. Sólo si el pensamiento calla, el Maestro habla. Sólo en la ausencia de deseos puede la paz florecer. Sólo cuando los ídolos caen puede ser encendida la antorcha de la libertad. Sólo trascendiendo la pequeñez del ser se llega al santuario interior. Sólo en la ausencia de la personalidad, Dios revela su plan. Sólo disolviendo la ilusión del tiempo y el espacio se comprende al espíritu...


... Las horas pasaron y el sol brilló nuevamente en el horizonte. Y el santo anciano se sumergió en el Samadhi para despertar en los reinos de Dios.

La Conversión Y vio un destello repentino que alumbró la noche oscura que lo envolvía y sus ojos no volvieron a mirar como antes. Vio el dolor de los enfermos y supo que necesitaban amor. Que muchas de sus enfermedades eran producto de la falta de amor. Vio al rostro de los delincuentes y supo que en sus actos estaban pidiendo amor porque buscaban protestar por la soledad y la incomprensión que sentían. Vio la angustia de los hambrientos y percibió la falta de amor. Vio la cara de los malvados y crueles y comprendió la soledad y el temor que rodeaban sus corazones y entendió su imperiosa necesidad de amor. Vio los ríos contaminados, las tierras resecas, los valles desiertos y supo que el mundo necesitaba amor.


Y entonces pensó: "HOY CANTARÉ AL AMOR, Y MI VIDA SERÁ UN ETERNO ARPEGIO DE AMOR".

De la Web

domingo, 14 de octubre de 2012



‘A los niños y a los pobres, a todos los que sufren y están solos, bríndales siempre una sonrisa alegre. No les brindes sólo tus cuidados, bríndales también tu corazón. Teresa de Calcuta

Un corazón lleno de amor siempre puede ser un arco iris en las nubes grises de alguien.

Un abrazo

domingo, 20 de mayo de 2012

miércoles, 11 de enero de 2012

4 LEYES DE LA ESPIRITUALIDAD





4 LEYES DE LA ESPIRITUALIDAD
La primera dice:

“La persona que llega es la persona correcta”, es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:

“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”.
Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante.
No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante.
Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:
“En cualquier momento que comience es el momento correcto”.
Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
La cuarta dice:

“Cuando algo termina, termina”.
Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Creo que no es casual que estén leyendo esto, si este texto llegue a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado!
Vive Bien, Ama con todo tu Ser y se Inmensamente Feliz!